Impuesto de matriculación: ¿cómo afecta al comprar coche?

Adquirir un coche con un motor que consuma poco no solo tiene la ventaja del ahorro en combustible que conseguirás a lo largo de su vida útil. Tan importante como recorrer muchos kilómetros con poco combustible y realizar menos visitas a la gasolinera, el hecho de que, en cierta medida, el consumo homologado de tu coche tenga una relación directa con las tasas e impuestos que tendrás que pagar, entre ellos el Impuesto de Matriculación que puede suponer hasta un 14,75% del precio base de tu vehículo.

Aunque a mayor consumo homologado, mayor sea el Impuesto de Matriculación, en realidad este se basa en otro factor directamente relacionado con el consumo, el de las emisiones de CO₂ homologadas.

Generalmente, la mayoría de los automóviles modernos que se comercializan en nuestro país, si son poco potentes, suelen estar exentos de pagar dicho impuesto. Pero en el momento en que cruzamos la línea en la que nuestra elección estará gravada con un Impuesto de Matriculación del 4.75%, del 9.75% o del 14.75% según sus emisiones, es importante saber jugar nuestras cartas, hacer una elección inteligente en base a nuestras necesidades.

Antes de seguir, es importante mencionar que los precios que aparecen en esta web, en los portales de las marcas y en la publicidad, siempre incluyen el Impuesto de Matriculación.

Los tramos del Impuesto de Matriculación

Y es que un mismo modelo puede estar sujeto a una tasa diferente del Impuesto de Matriculación, puesto que este depende directamente de esas emisiones homologadas y, por ende, de factores como el motor que hemos escogido, que el cambio sea manual o automático, o incluso que la línea que configuremos.

¿Cómo puedo saber las emisiones de CO₂ de un vehículo?

El dato homologado de emisiones de CO₂ del vehículo que te quieres comprar se puede consultar fácilmente en nuestras fichas técnicas de versión. En este ejemplo de la ficha de un Mazda 6 2.0 Skyactiv-G 145 Style 4 puertas se puede observar fácilmente como las Emisiones de CO₂, de 129 g/km, aparecen destacadas en la sección de Consumo y Rendimiento.

Siguiendo el ejemplo de este Mazda 6, ya habrás podido comprobar que con unas emisiones de 129 g/km estará gravado con un 4.75% en el Impuesto de Matriculación. En cambio, si optamos por el mismo coche, el mismo equipamiento y un motor diésel más potente, el SKYACTIV-D 150, estaremos exentos de tal impuesto gracias a sus emisiones homologadas de 108 g/km.

En ocasiones sucede que al elegir un cambio manual o automático también varía el Impuesto de Matriculación. En este caso el SKYACTIV-D 150 sigue siendo un buen ejemplo, puesto que con cambio manual está exento del impuesto y con cambio automático tendrá que pagar un 4,75% por sus emisiones homologadas de 127 g/km. Por esa misma razón, además de la complejidad del cambio automático frente al manual, el precio de este último es 2.000 euros más bajo que el del automático.

Como curiosidad, en ocasiones se producen ciertos casos muy peculiares, especialmente en coches deportivos, caros y muy potentes. Porsche dispone de uno de los cambios automáticos deportivos, el PDK, más avanzados y recomendables de la industria del automóvil. Pero, curiosamente, un Porsche 911 Carrera manual cuesta exactamente lo mismo que el automático, con cambio PDK. Otro ejemplo curioso es el de los nuevos BMW M3 y BMW M4 Coupé, que independientemente de que los escojamos con cambio manual o automático costarán lo mismo.

Los extras también están sujetos al Impuesto de Matriculación

Por último, debes tener en cuenta que el Impuesto de Matriculación se aplica al coche completo, con todo el equipamiento y extras que incluya en el momento de su adquisición. Por ejemplo, un Audi A4 2.0 TDI, exento de Impuesto de Matriculación, pagaría 2.880 euros por el sistema de entretenimiento MMI navigation plus. En el caso de un Audi S4, gravado con un 9,75%, ascendería a 3.390 euros.

Más información sobre el Impuesto de Matriculación en Diariomotor.