El Kia Sportage luce ya su nuevo lavado de cara, un conjunto de retoques estéticos y técnicos que lo actualizan para fortalecer su propuesta en este duro segmento. Los SUV continúan en expansión en Europa, pero la llegada del nuevo Nissan Qashqai obliga a la competencia a dar lo mejor de sí, como es el caso de su rival directo, el Sportage.

Los diseñadores de Kia no han querido tocar demasiado un diseño que está funcionando como un reloj suizo en el mercado europeo. En realidad se trata de un reloj coreano, pero fabricado en Europa y diseñado con el viejo continente como principal objetivo. Veamos cuáles son los cambios que plantea en su actualización 2014.

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Como ya os adelantamos los cambios son sutiles, tanto en el exterior como en el interior. La idea es reforzar la percepción de calidad que ya era bastante alta desde un principio en este modelo y que ha sido probablemente uno de los secretos de su éxito. El otro secreto es su atractiva estética y ahí no han querido arriesgar.

Exteriormente, el Sportage cuenta con una nueva calandra frontal en las versiones altas, nuevas llantas de 16, 17 y 18", nuevos colores para elegir, luces traseras tipo LED y antena tipo aleta de tiburón en el acabado más alto. Interiormente, incorpora nuevos materiales que aportan un plus de acolchamiento en el salpicadero y las puertas, nuevas tapicerías y una pantalla más grande.

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El Kia Sportage también recibe mejoras técnicas que afectan al tren de rodaje, a los anclajes del chasis y al parabrisas delantero, todo ello orientado a incrementar el confort de marcha y reducir todo tipo de ruidos y vibraciones al mínimo. Con todo ello el Kia se hace más fuerte en los factores determinantes para el segmento: diseño y calidad percibida.

La gama de motores cuenta con un gasolina de 135 CV sólo apto para los menos viajeros y despliega una gama de tres motores turbodiésel de 115, 136 y 184 CV de entre los que podemos recomendar el intermedio por su relación prestaciones/consumos. El de 115 CV se queda un poco corto (aunque el precio es francamente atractivo) y el de 184 CV sube mucho los consumos y nos obliga a incorporar la tracción integral y el acabado máximo, con lo que se va totalmente de precio.

El cambio automático sólo es compatible con el motor más potente e incrementa en 1,1 l/100km el consumo del mismo motor con respecto al manual. Definitivamente no es una opción demasiado recomendable, sobre todo existiendo como existen cambios automáticos mucho más modernos y eficientes en el mercado.

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La gama de acabados del Kia Sportage consta de cuatro opciones denominadas "Basic", "Concept", "Drive" y "Emotion". Si queremos sensores diversos y climatizador habrá que irse a la versión "Drive", que parece la más equilibrada de la gama. El "Basic" e incluso el "Concept" van bastante justos y el "Emotion" añade detalles de alto nivel (asientos en piel bitono) pero prescindibles.

Como conclusión, este superventas refuerza en 2014 sus puntos ya fuertes de estética y calidad y se prepara para su época de descuentos y ofertas, que viene a ser la segunda mitad de la vida útil de cualquier coche hoy en día y tal como está el mercado de vehículos nuevos.

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